A lo largo de la historia de la humanidad, el dibujo ha sido uno de los lenguajes relevantes de las personas para comunicarnos, ya que a través de él podemos exteriorizar nuestras percepciones, pensamientos y recuerdos archiva-dos en nuestras mentes, al igual que es un medio idóneo para expresar las emociones y afectos más recónditos que tenemos. En este sentido, el dibujo se convierte en una manifestación gráfica de los conceptos y las emociones más significativos de niños y adolescentes.