Las enfermedades mentales siguen siendo subestimadas en su gravedad y en su frecuencia. El trastorno mental genera un gran sufrimiento y, salvo el suicidio, no se relaciona directamente con la mortalidad. Desde el contexto asistencial, se debe dar una respuesta eficiente a los problemas de salud mental. La necesidad de una adecuada formación de los profesionales, las características de idoneidad que deben cumplir las unidades de atención a la salud mental, adaptadas a la realidad de la atención primaria, y la capacidad de evaluar los procedimientos más adecuados a la hora de dar respuesta al trastorno mental, son sólo algunas de las cuestiones que habrá que resolver en los próximos años. Esta obra actualiza trastornos muy comunes, como son la ansiedad y la depresión; otros se han incluido por la creciente preocupación entre los profesionales de atención primaria, como los trastornos de la sexualidad, de la conducta alimentaria, los trastornos somatomorfos y los trastornos mentales en el anciano. También existe una mayor necesidad actual de conocer mejor trastornos mentales graves, como la esquizofrenia. Por último, se abordan problemas relacionados con la enfermedad mental, como la evaluación del riesgo de suicidio y los efectos secundarios de los psicofármacos.