Emilia es una joven francesa, de madre chilena, que llega a Santiago para trabajar en una tesis sobre la escritora Vera Sigall, una autora con fama de esquiva y misteriosa. El inspirador de esta decisión es Horacio Infante, poeta chileno a quien Emilia conoce en una lectura de su poesía en la Universidad de Grenoble. En Santiago, otra vez gracias a Horacio Infante, la chica conoce a Vera en una reunión y ésta la invita a visitarla en su casa. Pero esa misma noche la escritora sufre un sospechoso accidente, entra en coma y ya no se recuperará. Emilia pasa horas sentada en el hospital, cerca de Vera, donde conoce a Daniel, un vecino muy especial de la novelista. Daniel está convencido de que el accidente no fue fortuito y de que hay alguien detrás de la acción, por lo que se pone en contacto con la policía, que asigna al inspector Álvarez la investigación. Paralelamente van apareciendo datos esclarecedores de la biografía de Vera y de su relación amorosa y literaria con Horacio Infante, que llevan a desentrañar el misterio de varias identidades, entre las que se encuentra la de la propia Emilia.