Kogoro Mouri recibe una carta de alguien que le pide que demuestre su inocencia en un crimen y le cita en un hotel de un remoto paraje de Gunma. Acompañado por Ran y Conan, descubre que la víctima era un niño que murió hace 11 años, al parecer a manos de un kappa. Mientras investiga, el padre del niño aparece muerto. El zapato manchado de pintura de su hijo da la pista a Conan para desentrañar ambas muertes. De vuelta en Tokio, Conan y los Detectives infantiles acompañan al profesor Agase a un balneario para reparar una invención que les había vendido. Allí, los chicos se encuentran con una actriz que había interpretado a la novia de su héroe Yaiba y que está rodando una película allí mismo. La situación se complica cuando el guionista de la película aparece muerto mientras se bañaba y los chicos deciden solucionar el misterio.