Dotarse de herramientas de política económica efectivas para movilizar los recursos reales parados disponibles no debería verse como un obstáculo para el desarrollo y el progreso, en ninguna sociedad. En un mundo con múltiples crisis que se superponen, las estrategias de arriba hacia abajo han demostrado ser ineficientes. Los incentivos individuales no son suficientes si el marco donde operan adolece de oportunidades en un sistema caracterizado por la incertidumbre, el tiempo histórico y las relaciones de poder y dependencia. Las repercusiones de unas instituciones disfuncionales que no son capaces de responder a las necesidades de acumulación del sistema capitalista son semejantes para las comunidades en todo el mundo: la despoblación, el desarraigo, la pérdida de identidad, la explotación insostenible de recursos y políticas urbanas orientadas al atractivo turístico en detrimento de las poblaciones locales, entre otros. Para este libro los editores hemos seleccionado una serie de estudios que abogan por fortalecer a las comunidades con herramientas políticas, económicas y educativas para moldear sus destinos, no en oposición al capital internacional, sino simbióticamente con él.