es uno de los libros que más me ha gustado, con diferencia, en mucho tiempo

👩🏼‍⚕️ Brooke es una enfermera que regresa a su ciudad natal con su hijo para vivir en la casa de sus padres después de que estos hayan fallecido en un accidente de tránsito. Brooke llevaba diez años viviendo en otra ciudad sin contacto con nadie, ni sus padres, ni antiguas amistades. Alejada de las redes sociales y sobretodo de su pasado, escondida y protegiendo a su hijo. 💉 El único trabajo que consigue como enfermera es en la prisión de máxima seguridad que hay en los alrededores. Nadie sabe que ha mentido en la entrevista al no mencionar que su exnovio, Shane, está internado y condenado a cadena perpetua por una serie de asesinatos y que el testimonio de Brooke fue decisivo para que se ejecutara la pena máxima. 🏥 Shane es atendido en la enfermería de la prisión después de recibir una paliza en el patio y éste le suplica a Brooke que crea en su inocencia sobre los acontecimientos que le llevaron a la cárcel después la noche de los crímenes. Esa confesión crea un sentimiento de duda en Brooke acerca de su testimonio. 👨🏻‍🏫 Se reencuentra con Tim su mejor amigo desde la infancia con quien no había vuelto a tener contacto desde la fatídica noche y que ahora es el subdirector del colegio de su hijo. Animada por Margie la canguro de su hijo empieza a labrar algo más que un amistad con su antiguo amigo. 📖 La novela va relatando los acontecimientos de la noche de los asesinatos alternando esos capítulos con la nueva vida de Brooke. Los capítulos están muy bien relacionados y nos hacen sospechar de todos los relacionados con Brooke tanto en el pasado como ahora. 🔚 Al final la autora ejecuta un sorprendente plot twist que deja todas las cartas encima de la mesa y que había ido elaborando tan bien que era difícil verlo venir. Además, en mi opinión, el epílogo cierra perfectamente cualquier cabo que hubiera quedado suelto.